La elección de un tipo de letra, aunque parezca una cosa trivial y sin importancia la tiene y mucha más que la que pueda pensar cualquier persona no acostumbrada al diseño de entornos web.
La elección de un tipo de letra y otro marca la tipología de la página. La puede hacer más veraz o más informal. La letra que usará un portal de noticias será totalmente diferente a la que podremos encontrar en un portal de ocio o en un portal comercial.
Además debemos considerar la legibilidad de los carácteres como un factor de gran importancia en el diseño de una web.
Tampoco disponemos de una gran colección de fuentes para elegir si queremos hacer una web para que todo el mundo la vea de la misma manera. Una de las primeras sorpresas cuando se hace el primer portal web es que aquella letra que has puesto tan chula llamada «increible superfashion font» no aparece cuando visitas la página desde otro ordenador que es el tuyo.
Eso es debido a que las fuentes es un componente opcional y cada máquina tiene instaladas letras diferentes. Tan sólo hay un colección de ellas que se pueden considerar estándar y que podemos usar con tranquilidad, sabiendo que desde cualquier lugar se podrán visualizar sin problema.
Aquí podemos encontrar una colección de fuentes consideradas genéricas por la w3c para el diseño web, aunque me he encontrado que yo no dispongo de muchas de ellas.
Por tanto para elegir un tipo de letra, deberíamos basarnos también en la experiencia y elegir un tipo de letra de los que aparece en esa lista basándonos en los que ya conocemos que funcionan.
Personalmente uso:
verdana, arial / helvética, Times New Roman / Times y en casos excepcionales Trebuchet y Georgia
Son las fuentes que considero más estándar y más legibles para el visitante de web.
De todas formas para la elaboración de portales internos (intranets) en los que el número de máquinas que accederán a estos está controlado (empleados de una empresa, portales internos de una organización, etc. ) se puede usar cualquier tipo de letra e instalarla en todas ellas, cosa bastante habitual en organizaciones con un libro de estilo definido y una estructura aceptable de sistemas, pero siempre usando fuentes alternativas en la especificación del css por si se accediera desde una máquina nueva en la que no estuviera la fuente instalada.